No tengo palabras que puedan describir exactamente lo que fue el concierto de ayer. Una mezcla de sencillez, perfección y una buena onda que se contagio a todo el público. El gran Fito Páez nos dio “EL” concierto.A las 9:15 de la noche se apagaron las luces del Jockey Club y los reflectores apuntaban hacia un lado y derepente apareció Fito repartiendo alegría a todos los que aplaudíamos y tomábamos fotos.
En unos 15 minutos Fito se paro de su asiento para felicitar a todos los que asistimos porque era la primera ciudad de su gira en la que el público coreo completas sus canciones nuevas.
Si la intención del “Rodolfo Tour” era hacer un concierto más íntimo, pues les salió a la perfección esta idea. Con luces muy tenues, una pantalla gigante en el escenario, Fito con su piano y un auditorio lleno, el concierto presentó un ambiente que no pudo ser mejor.
Lo mejor fue cuando terminando la primera parte Fito se despedía y todos nos pusimos a corear: “Noo Fito no se vaa, no se vaa, no se vaa, Fito no se vaa”. Simplemente grandioso.
Justo antes de irnos ya cuando pusieron música para que nos retiremos regreso Fito con un gesto enorme de agradecimiento diciendo: “Que garra le pusieron eh”. Creo que la actitud de Fito era digna de esperarse. Muchos se fueron felices pero una gran cantidad de personas regresaron gritando porque lo escucharon cantar de nuevo. Empezó con “Y dale alegría a mi Corazón” y la tercera y ultima fue “Tema de Piluso”.Después de toda esta experiencia de disfrutar a Fito en vivo y en un ambiente perfecto para sus presentaciones puedo decir que fue como un sueño cumplido. Estamos siendo privilegiados con los artistas que están llegando a nuestro país últimamente y vale la pena pagar o endeudarse por tener las entradas.
